ADVERTENCIAS A MÍ MISMO

En el centenario del nacimiento de Norman Mailer

martes, 23 de febrero de 2016

lunes, 8 de febrero de 2016

La última novela



La música clásica parece ocupar un lugar muy importante en la vida del escritor Ariel Dorfman. Si enLa muerte y la doncella, su novela más conocida, el cuarteto de Schubert del mismo título tenía un papel destacado en la historia, en Allegro nos encontramos con un narrador en primera persona de lujo: ni más ni menos que Mozart.

La novela se estructura en tres partes, más un preludio y un epílogo. Cada parte lleva el título de uno de los tiempos de un concierto o una sonata (Allegro ma non troppo, andante...) y se ambienta en una ciudad distinta: la primera en Londres durante la infancia de Mozart, la segunda en París con un Mozart ya crecido, y al final de su vida nos cuenta lo que le ocurre en Leipzig.

Allegro nos narra la investigación que realiza Mozartsobre las muertes de sus admirados Bach y Handel. Según ha podido saber, un conocido cirujano oculista operó a ambos cuando se estaban quedando ciegos, produciéndose sus muertes poco después de las operaciones. La cuestión es si este cirujano ha tenido algo que ver en las defunciones. Sin embargo, y a pesar de lo que parece por la sinopsis, no es esta investigación lo más importante del libro. Durante la trama, lo que más interesa es el viaje interior que realiza Mozart, desde que es un niño con una vida totalmente condicionada por su talento hasta que se encuentra al final de su vida, prácticamente arruinado por su mala cabeza. El gran músico reflexiona sobre su propia existencia, sobre la utilidad de la música, o sobre lo que le espera cuando le llegue la muerte.

Ariel Dorfman

Por tanto, la novela de Dorfman no es solamente un thriller (que lo es poco), sino una novela histórica y un estudio sobre la personalidad de uno de los músicos más importantes de toda la historia de la música. Allegro está escrito a la manera en la que hablarían en el siglo XVIII, con una prosa muy rica y cuidada, y requiere una lectura lenta y atenta. No es, pues, un "pasapáginas", sino uno de esos libros que debemos saborear despacio para disfrutarlo plenamente.

fuente: rustis y mustis leen

El evangelio según San García

En su historia en la edición de esta semana, " El Evangelio Según García ," una clase de estudiantes da un maestro sustituto el tratamiento del silencio después de la desaparición de su carismático profesor. ¿Tiene una visión particular de lo que ha ocurrido a García? ¿O es más importante que su desaparición sigue siendo desconocido, tanto para los estudiantes como para el lector?
García está ocultando algo, probablemente más que algo. Al igual que todos los seres humanos, que es mantener una zona de su vida y pensamientos ocultos, una estrategia de supervivencia que sugiere que los estudiantes deben imitar. sinceramente puedo afirmar, por tanto, que no sé lo que García no me lo dirá, los lugares dentro García que ha cerrado al escrutinio. Esta respuesta juguetes con una idea que los autores quieren y que los lectores-rompecabezas sobre la idea de que los personajes adquieren una vida propia, la cabeza en direcciones inesperadas, y se niegan a cumplir con el destino autores han planeado para ellos. Esta independencia de la historia de su creador, ya sea expresada en las musas de los griegos o en las múltiples capas de narración en "El Quijote" -corresponds de cómo los autores experimentan el proceso creativo. Y sin embargo, también controlamos y artesanía de la historia. Si García permanece en última instancia incognoscible y misterioso, es porque me lo han formado de esa manera, he eliminado cualquier referencia que pudiera revelar su vida, aunque me cae consejos aquí y allá sobre las razones "incalificables" para su desaparición. Por bordeando la seguridad, trato de forzar al lector (y yo) en una posición vulnerable, que nos permite identificar a los estudiantes, que también están tratando de comprender lo que ha sucedido. Están de duelo por su guía espiritual perdida, y sin el consuelo de un cuerpo que enterrar buscan una historia de aferrarse a.
García es un orador atractivo, y muchas cosas que dice son el tipo de cosas que a menudo desean figuras de autoridad dirían: actuar con autenticidad, tomar sus palabras en serio, y, sobre todo, autoridad de la pregunta. Pero tal vez también hay sombras de algo menos evidente en el control de García sobre la clase. Qué opinas de García como un altavoz "poco fiable", y, si lo es, ¿qué es lo que hacemos de su aparente heroísmo?
Él es para mí, como para los estudiantes, un ser humano admirable.Lo amo tanto como lo hacen. Sin embargo, como el autor elegido para contar su historia, tengo que mantener una cierta distancia de él. Esta distancia me permite tener en cuenta que García puede estar diciendo todas las cosas correctas para generar la rebelión y el cuestionamiento entre sus cargos, pero al mismo tiempo no puede dejar de comentar que se ha ido acumulando más poder que tal vez es bueno para él o para ellos . Se han convertido en demasiado dependiente de él, y ahora se ha ido antes de completar el ciclo de su libertad. Se Unmoored por su ausencia. ¿Qué nos pasa cuando nuestros líderes y profetas mueren, cuando los pocos benévola creemos en ya no están allí para darnos orientación? ¿Qué pasaría con los discípulos de Cristo si, después de la crucifixión, que no resucitar? Lo que sucede hoy en Sudáfrica ahora que Mandela está muerto? Lo que nos ocurrió en Chile cuando ya no teníamos Allende para conducirnos a la tierra prometida? Tal vez la historia es acerca de luto, cómo no podemos seguir y, Beckett similar, hay que seguir adelante.
Después de 1973 el derrocamiento del gobierno electo de Salvador Allende, que se vieron obligados a abandonar Chile. Estos hechos han informado a la recepción de su trabajo a lo largo de los años. ¿Hay una intención en esta historia para hablar en detalle sobre Chile y su compleja situación? ¿Hay un valor añadido en la idea de que esta historia podría suceder en cualquier parte del mundo?
Las semillas de "El Evangelio según García" se pueden encontrar en mi experiencia chilena, lo que me ha marcado profundamente.Durante los primeros años de exilio, a menudo me preguntaba acerca de lo que había sucedido a los estudiantes a quienes yo enseñaba un día y que, al día siguiente, se encontró de repente me vaya. Pensé en los amigos que habían sido profesores de la universidad o en las escuelas secundarias y que había desaparecido: no al exilio, como yo y mi esposa Angélica, pero en las cámaras de tortura de la dictadura, sus cuerpos nunca regresaron a sus parientes. En la historia hay varias insinuaciones y rastros de esta idea original. Pero hay señales, así que García, que alborotador, se enfrenta a algún tipo de crisis emocional, relacionado quizás con una historia de amor echado a perder. Y también es un indicio de que tal vez él fue traicionado por algún informante dentro de la escuela o incluso en la clase que narra la historia, que pudo haber participado en una transgresión sexual o causado algún tipo de escándalo. Para impulsar esta casa, algunas de las palabras y frases que describen lo que puede haber ocurrido a García se han extraído de una superposición entre el lenguaje de la dominación política y el lenguaje de una historia de amor perverso.Este dispositivo, creo, se intensifica la incertidumbre.
Esta ambigüedad también se ha mejorado al no ofrecer cualquier ubicación exacta, cualquier país, o cualquier circunstancia que históricamente reconocibles (además de la de una sociedad autoritaria deprimente, competitiva). Esta estrategia de oblicuidad comenzó durante mis años de exilio, como una forma de prestar resonancia mundial a mi visión, ampliándolo más allá de lo que Chile inspirado en mí. Incluso he jugado, en mi novela "Konfidenz," con las expectativas de los lectores: en un primer momento, parece que están presenciando protagonistas chilenos contemporáneos, sólo para que descubran la mitad del libro que se está viendo exiliados alemanes en París, en 1939. Otro ejemplo es mi obra "la muerte y la doncella", cuya indeterminación ha ayudado a las audiencias de todo el mundo para interpretar que el teatro como un espejo de sus propios dilemas nacionales.
Nunca se nos da mucha información acerca de los propios alumnos, y el uso de la primera persona del plural para narrar la historia es inusual. ¿Cuál fue su idea en la elección de este punto de vista?
Este narrador colectivo, con una persona "yo" o "mí" apareciendo como un toque de color en la niebla-fluctuante, punto de vista inquietante es crucial para la historia. Estoy esperando que los lectores tienen el sentido de un "nosotros" en estado de sitio, cuya identidad está en peligro. Estas son las personas que se esconden en una multitud narrativa, tratando de no ser inmovilizado. Descubrí por primera vez esta técnica en mi novela de 1981, "Viudas", donde las mujeres de los que han desaparecido (no en Chile, sino en un pueblo griego durante la Segunda Guerra Mundial) a menudo son representados por una coral, un conjunto flotante, en el cual las voces de un par de gemelos, un niño y una niña, puede ser distinguida débilmente. Esta primera persona del plural también se difunde la responsabilidad, fomenta la ambivalencia, y nos ayuda a comprender cómo nace una comunidad de resistencia. Al mismo tiempo, se trata de una pista de por qué ningún líder se ha disparado desde el interior de las filas del grupo para señalar un camino para salir de su pasividad relativa. Los estudiantes son fuertes y, sin embargo, por desgracia, también perdió sin García. Los dejamos en silencio, un signo de fortaleza, y de espera, una señal de la incapacidad para moverse hacia adelante por su cuenta.
Tanto la información se oculta en la historia, hasta el punto que se aplaza hasta la posibilidad de resolución. Sólo esperan allí. Podemos empezar a pensar en lo que los estudiantes podrían necesitar con el fin de hablar de nuevo?

Mi alma tiene respuestas optimistas: pronto. García aún puede resucitar el interior de cada uno de sus discípulos. El resultado depende de los lectores, supongo. Recuerde que "esperar" en español es Esperar, y ahí está la raíz de esperanza, la esperanza. Pero, al igual que aquellos alumnos corazón roto, no lo sé con certeza lo que depara el futuro.

sábado, 6 de febrero de 2016

Ricardo Piglia


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por Silvia Friera

“La novela de una vida” no se puede escribir sin entusiasmo y sin confianza en lo que vendrá. Un joven escritor en ciernes, que experimenta la escritura de su diario íntimo como laboratorio literario, anota el 24 de marzo de 1967: “Miro críticamente ciertas decisiones de mi vida que fueron tomadas en función del futuro de mi literatura. Por ejemplo, vivir sin nada, sin propiedades, sin nada material que me ate y me obligue. Para mí elegir es desechar, dejar de lado. Ese tipo de vida define mi estilo, despojado, veloz. Hay que tratar de ser rápido y estar dispuesto a dejar todo y escapar”. Ricardo Piglia ganó ayer el Premio Ciudad de Barcelona en Literatura en Lengua Castellana por Los diarios de Emilio Renzi. Años de formación, el primer volumen de una trilogía autobiográfica publicado el año pasado por Anagrama. El jurado –integrado por Jordi Gracia (presidente), Juan Antonio Masoliver, Teresa López-Pellisa, Lolita Bosch y Xavier Ayén– eligió la obra de Piglia “por haber creado, a través del formato autobiográfico, un personaje novelesco en la tradición heterodoxa de Roberto Arlt, fusionando géneros y transformándolos en un todo que no desnaturaliza lo esencial de cada uno ellos, creando, además, una verdadera obra panorámica con todas las virtudes que nos ha ofrecido a lo largo de su trayectoria”, según se fundamenta en el fallo de este premio. Un premio que han obtenido en otras ediciones los españoles Enrique Vila-Matas (ver aparte), Roberto Bolaño, Javier Marías, Antonio Gamoneda, Javier Cercas, Alvaro Pombo, Ignacio Martínez de Pisón y el mexicano Alvaro Enrique.

Emociones y hallazgos

Los Premios Ciudad de Barcelona, otorgados anualmente por el ayuntamiento de Barcelona, están dotados de 7000 euros y reconocen a artistas y creadores en teatro, danza, artes visuales, traducción y música, entre otras disciplinas. Este reconocimiento se incorpora a una seguidilla de distinciones que ha recibido el escritor en los últimos años, como el Premio Formentor (2015) –fue el segundo argentino en obtenerlo, después de Jorge Luis Borges, que lo ganó compartido con Samuel Beckett en 1961–; el Konex de Brillante (2014), el Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas (Chile, 2013), el Rómulo Gallegos (Venezuela, 2011) y el Premio de la Crítica (España, 2010), entre otros. Guillermo Schavelzon, agente literario del escritor, cuenta a Página/12 cómo fue el momento en que visitó a Piglia en su casa, el pasado lunes, y le anunció que había ganado el premio. “Ricardo se emocionó mucho y me dijo que para él Barcelona era muy importante y que estaba muy contento. También me dijo que era un día muy especial para él porque habían encontrado los borradores de Respiración artificial. Beba los encontró cuando puso un poco de orden a los papeles viejos. Son casi 600 páginas de manuscritos, mecanoescritos, planos y varios documentos. Estos borradores muestran también un trabajo impresionante de Ricardo como escritor: de 600 páginas terminó siendo una novela de poco más de 200”, agrega Schavelzon y confirma que este año, como estaba previsto, se publicará en septiembre la segunda parte de Los diarios de Emilio Renzi. Los años felices, que abarca de 1968 a 1975; mientras que el tercer volumen, Un día en la vida, saldrá en 2017 y completará el recorrido vital que va de 1976 hasta el presente.

El refugio de los libros

El escritor Germán Maggiori, sobrino de Piglia, estuvo ayer acondicionando la casa de Adrogué para recibir la biblioteca del autor de Plata quemada, que está en tratamiento por la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad que se le diagnosticó en 2013. “A raíz de la negativa de Medicus a hacerse cargo del pago de la medicación que le están administrando –que aún persiste a pesar del amparo judicial–, Ricardo ha vendido el estudio de la calle Marcelo T. de Alvear para poder continuar con su tratamiento. En diciembre me llamó Beba para decirme que Ricardo no quería que sus libros se dispersaran, que quería regalarme la biblioteca y que la trasladara a Adrogué, que quedara en la familia. En esa biblioteca está referenciada toda su experiencia, la posesión o la sensación de posesión de esa segunda memoria; siempre pensé que era una tranquilidad para él, un refugio donde podía recuperar o completar el sentido de todo”, plantea Maggiori. “No recuerdo todo lo que he leído pero puedo reconstruir mi vida a partir de los estantes de mi biblioteca”, dice Renzi. “Se puede ver cómo es uno a lo largo del tiempo sólo con hacer un recorrido por los muros de la biblioteca”, dice también. “Cuando fui a verlo después del llamado de Beba, me dijo que esa noche había soñado conmigo. En el sueño, como en la realidad, me regalaba sus libros, pero en el sueño, me contó, los libros eran nuevos, volvían a estar nuevos. Entonces acá estoy, despejando paredes y tratando de procesar todo esto.”

La pasión mística del escritor joven

Piglia (Adrogué, 1941) comenzó su diario en 1957, cuando amenazado por la llamada Revolución Libertadora que derrocó a Juan Domingo Perón, su padre y su familia rumbearon de la casa de Adrogué hacia Mar del Plata. En el primer volumen los lectores podrán asistir a la educación sentimental y literaria del escritor, desde sus primeras lecturas, las películas, los amores y las amistades, la vida universitaria en La Plata, las pensiones en Buenos Aires, hasta la escritura del primer libro de cuentos, Jaulario, que obtuvo la primera mención en el premio Casa de las Américas. “Sin duda, lo sé mejor que nadie, estas alegrías son siempre incómodas, demasiado ‘sociales’ y en el fondo no sirven”, confiesa en Los diarios de Emilio Renzi, nombre del personaje y alter ego que utilizó por primera vez en 1965, para firmar la traducción de un cuento de Ernest Hemingway y el prólogo de una colección de policiales. “De todos modos, es lo que quise, lo que yo mismo buscaba, un acceso, un puente a la ‘literatura’ entendida como un territorio distante de la escritura. Digamos que soy dos personas, el que escribe y el que espera publicar.” Los registros sobre sus interpretaciones y conexiones entre escritores son notables: “El peligro de la literatura de Norman Mailer (The Naked and the Dead) o en la novela de Sartre, y que se hace insoportable en David Viñas, es la reiteración del sentido de las acciones que se narran. La motivación está siempre muy explicada y las razones o la inteligencia no se aplican a la sugestión, a la elipsis y al no decir, sino que se hacen visibles en la explicación de lo que se narra en el libro. Habrá que analizar el modo en que Vargas Llosa arruina sus novelas por el exceso de ‘inteligencia’ en las trampas de la estructura (por ejemplo, esconder la identidad del Jaguar en La ciudad y los perros)”.
El escritor Juan José Becerra aporta su perspectiva sobre la importancia de la obra de Piglia. “En Los diarios de Emilio Renzi el escritor que lleva el diario es una figura inmaterial como puede ser la de un ángel”, compara Becerra. “Para él la escritura es un sacrificio en el sentido en que lo padeció Flaubert, que siempre se comparó con Sísifo: cualquier piedra que se levante con la escritura se cae por su propio peso y hay que volver a levantarla mil veces más. Es un diario sobre la pasión mística del escritor joven. Algo que se ve tanto en su voto de fe ciega en la literatura como en el voto de pobreza con que paga esa fe. Sólo se es escritor cuando se es joven y pobre, y no es una condición necesaria haber escrito algo. Lo más presente en el libro es la situación del narrador, es decir dónde está y adónde se niega a ir. Esa cosa insobornable, como de mula joven, es muy conmovedora porque lo que está diciendo es que el escritor sólo puede sobrevivir en su propio mundo.”